Mi cocina macrobiótica la baso principalmente en las enseñanzad del padre de la macrobiótica: Georges Ohsawa. El libro en el que se basa este artículo es el primer libro de macrobiótica que me leí (hace ya algunos años), y no ha sido hasta años después que he ido entendiendo el arte culinario que es la cocina Macrobiótica.
Os quiero acercar un poco de esta filosofía y, quizás los pequeños pasos que puedes ir dando, para cada vez mas, poco a poco, acercarte a una alimentación equilibrada y completa.
10 claves según Georges Ohsawa para un cambio de alimentación

Georges Ohsawa (padre de la Macrobiótica) en su libro Macrobiótica Zen tiene un capítulo titulado: » Mi Cocina Macrobiótica o las Diez Formas de alimentarse Adecuadamente» . Hoy más que en esas 10 formas de alimentarse (ya lo veremos mas adelante), me quiero centrar en los 10 puntos que destaca, de manera sencilla y clara, a tener en cuenta a la hora de alimentarte:
- “No ingerir alimentos o líquidos industrializados, como azúcar, refrescos, alimentos con colorantes, químicos, huevos sin galladura, conservas.
- Cocinar los alimentos conforme a los principios macrobióticos, es decir con aceite vegetal o agua. Salar con sal marina sin refinar y sin enriquecer. Emplear preferentemente cacharros de barro o de vidreo termado (Pyrex), esmaltados o de acero inoxidable.
- A medida que mejore la condición física y mental y que se comprenda mejor el principio Yin-Yang, se puede experimentar los regímenes, pero con gran prudencia.
- No comer frutas ni verduras cultivadas con abonos químicos o que hayan sido protegidas con insecticidas.
- No ingerir alimentos provenientes de una región alejada de donde uno vive (existen excepciones).
- Nunca comer vegetales fuera de estación.
- Evitar en todo lo posible las verduras más Yin como berenjena, tomate o patata (verduras solanáceas)
- No condimentar con especias o ingredientes químicos, usando solo sal marina natural, shoyu y miso orgánico.
- Evitar el café. No tomar tés comerciales con colorantes cancerígenos. Son solo aceptables el té chino natural y el té japonés, o algunos tés de hierbas aromáticas.
- Casi todos lo alimentos provenientes de animales domésticos como la manteca, quesos, leche o las carnes de pollo, cerdo y vaca, etc han sido tratados con productos químicos, mientras que la mayor parte de los animales silvestres, ave, molusco, son puros.
Y además…
Todos los cereales integrales como el arroz, sarraceno, trigo, avena, cebada, centeno, mijo y maíz son excelentes. Pueden ser degustados crudos o cocidos, con o sin agua, tostados, al horno o en cremas y en la cantidad que uno desee, siempre que se los mastique bien. Igualmente pueden comerse todas las verduras de estación tales como: zanahoria, cebolla, calabaza, rábano, repollo, coliflor, berro, lechuga… Entre los vegetales silvestres se puede utilizar el diente de león, nabo silvestre, bardana, bolsa del pastor, berro, etc. “
En este breve fragmento nos deja Ohsawa, la esencia y claves de qué comer y qué evitar.
Os invito a ir poco a poco eliminando dichos alimentos de vuestro día a día y, observar cómo evoluciona vuestra salud, observar cómo os sentís. De manera progresiva podéis ir sustituyendo en vuestra despensa los alimentos procesados por alimentos naturales, los cereales refinados por cereales integrales, las verduras que sean ecológicas, con el fin de evitar los químicos, etc, y así poco a poco ir ganando salud y bienenstar.